lunes, 11 de abril de 2016

Despilfarrando en moscas

-No me parece correcto lo que estás haciendo.
-Sí te lo parece, pero no lo quieres admitir.
-Es posible.
-Lo sabía. Intentas engañarme. Como cuando asesinaste a Much.
-¿Quién es Much?
-A mí qué me cuentas...
-...
-No me gustan tus silencios.
-No me gustan tus palabras.
-No me gustan los tomates que atacan a la gente.
-Pues a mí sí. Son los de mejor tipo.
-No te lo discutiré porque me estoy mareando.
-Ah, son los vapores. Necesitas un poco de hielo picado. Y tres ensaimadas.
-Aceptaré ensaimadas picadas, pero nada más.
-Siempre poniendo pegas.
-Es mi trabajo. Estudié duro para llegar hasta aquí. Siete años preparando el examen de acceso. Ochocientos de formación. Se dice pronto.
-Ni siquiera tuviste que disfrazarte de babosa ignífuga...
-Ya, eso es cierto. Pero es que para todo hay niveles. Y grados.
-Y espirales de gominola.
-Correcto. Ves, al final nos vamos entendiendo.
-Es posible. Pero seguiré sin reconocer que los pelícanos tienen su aquel.