-Chocolate
-Videojuegos
-Dinero
-Melenudos
Y ahora, un poco menos superficial.
-El rayo de sol furtivo que entra por la ventana cuando menos te lo esperas e ilumina todo a tu alrededor. Es como una inyección repentina de felicidad.
-Estar en la cama envuelta en mantas, hecha un ovillo. No tener que madrugar y poder estar así todo el tiempo que te venga en gana. Plus si hay lluvia en el exterior (y no tienes que salir de casa, obviamente).
-Ducha de agua hirviendo. O meterte en el agua en general (siempre y cuando no esté helada y mueras de hipotermia). Es taaaan relajante.
-Achuchar a las personas a las que aprecias hasta sacarles los ojos. Comértelas a besos. Todo muy violento. No sé cómo sigo teniendo amigos después de estas declaraciones.
-Una tienda de chucherías enoooorme y llenar la bolsa como si fuese la última vez que puedes comer esas cosas.
-Probar algo que está riquísimo por primera vez. O tras llevar mucho tiempo ansiándolo. Es como... ahhhhhh...el paraíso...
-Descubrir una canción maravillosa y entrar en modo bucle obsesivo.
-Conocer a una persona con la que te sientes como si fuese tu alma gemela. Y poder decir algo del tipo... "¡Tú!". Y cosas igual de elaboradas.
-Tocar algo caliente cuando hace frío. Y a la inversa. ¡Y tocar cosas suaves! O pisarlas, como el suelo acolchado de los parques infantiles.
-Tirarte en la arena de la playa cuando hace buen tiempo. Jugar a dibujar formas en ella, a que se escurra entre tus dedos. Sobre todo cuando está calentita... oh, sí...
-Escuchar las confesiones de una persona y sentirte afortunada por que dicha persona te considere digna de su confianza.
-Caricias en la espalda. Trance absoluto y levemente diagonal. Al final será lo que más echaré de menos de tener pareja. Eso y que te arropen por las noches.
-Cachorros adorables de cualquier especie animal. O de casi cualquier especie. Es tan aaaawwww...
-Encontrar un libro, juego o serie que te enganche y te deje con ganas de querer más y más. Y el momento bonito y deprimente a la vez, cuando todo termina y sabes que no volverás a ver a esos personajes con los que te has encariñado.
-La risa tonta con amigos que acaba en lágrimas.
-Encontrar algo maravilloso en internet, emocionarte y querer compartirlo con todo el mundo. Puntos extra si me descubre alguna afición nueva.
-Despertarte y recordar tus sueños con todo lujo de detalles. Salvo que hayas soñado con cucarahas, claro. O informáticos. O informáticos montando en cucarachas gigantes. Argh.
-Organizar cosas con los amigos. Planes nuevos, improvisados, el dejarse llevar. Como ciertos planes del próximo par de meses.
-Enamorarte levemente de diez personas nuevas cada día. O de 9'5.
-Esos momentos en los que te toca la lotería, tu triceratops viene hacia ti con carita adorable y tu harén de esclavos avisan de que tienes una invitación para inaugurar un parque de atracciones.
Ains, esto último es tan bonito...
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